En el presente artículo, se comentará una de las portadas de Condorito, historieta cómica que representa uno de los iconos más conocidos de la cultura chilena porque – en parte – a través de sus semblanzas refleja temas de actualidad chilena – no siendo la excepción las recientes protestas sociales que afronta dicho país.
En ese sentido, cabe señalar que esta forma de expresión artística es usada frecuentemente – ya sea como medio de protesta y de sátira de corte político, así como de medio crítico de determinados problemas de corte social. Herramienta que sin duda bien sirve como mecanismo de comunicación para masas, permitiendo que se involucren en los temas que trasmite.
Citando un ejemplo, se puede señalar la aparición de la Mujer Maravilla en 1941, quien fue elegida como una figura del empoderamiento femenino. Su nacimiento se dio durante la Segunda Guerra Mundial, un contexto en donde las mujeres solo eran consideradas a través de roles más tradicionales, más orientados a tareas con relación al hogar y a la familia. Es por eso que más tarde su participación fue de gran importancia para la campaña que luchaba por los derechos de las mujeres.
Con relación a la imagen en cuestión, la portada de Condorito, se puede apreciar que Condorito con los ojos muy irritados exclama “¡exijo una explicación!” a Pepe Cortisona, quien está vestido con un uniforme muy parecido al de los Carabineros (Fuerzas Especiales de Carabineros) y, además, sostiene en sus manos un garrote y gas lacrimógeno. A esto se suma la imagen del pequeño Coné a un costado, quien, con las manos ensangrentadas por una herida cercana a los ojos, llora – alrededor de diversos letreros tirados en el piso, en alusión al gobierno de Piñera y los restos de la protesta. Todo ello con el fondo de la plaza de Italia, la cual hoy en día es denominada por los manifestantes como “Plaza Dignidad”.
Una imagen que en efecto refleja los enfrentamientos de las Fuerzas Especiales de Carabineros con la ciudadanía desde que el 20 de octubre cuando el presidente Piñera afirmó que Chile se encontraba en guerra contra un enemigo poderoso, apelando la unidad, y a condenar la violencia y delincuencia. Sin embargo, más que enemigos eran ciudadanos, ciudadanos que quieren ser respetados como tal, demostrando una vez más la postura de inflexión presidencial respecto a los cuestionamientos presentados por la ciudadanía.
Bajo ese contexto, la situación se agravó más, puesto que el 24 de noviembre de este año, los militares salieron a las calles a pesar de no estar en un estado de emergencia como tal. Por el contrario, el presidente Piñera se limitó a anunciar el comienzo de un proyecto con el cual se facultó a las Fuerzas Armadas de Chile a colaborar con la protección de la infraestructura del país.
A esa inflexión, se suma la contabilización de fenecidos realizada por Cosecha Roja contabilizaba hasta el 23 de octubre, en la cual mencionaba que hasta ese momento habían 17 personas fallecidas desde el inicio de todos estos altercados. Entre ellos, José Miguel Uribe, un soldador de 25 años, quien junto a su esposa y menor hijo participaba en una manifestación hasta que fue disparado por un militar a pesar de que no había toque de queda.
Es así como, el resto de los días, las denuncias a los carabineros fueron aumentando, tal es así que el 14 de este mes, un grupo de Carabineros fue acusado de asesinar a un comunero mapuche, Camilo Catrillanca en La Araucanía – caso fue sumamente polémico por involucrar a un miembro de uno de los grupos más vulnerables de Chile y no haber pruebas con relación a ello – ya que cabe mencionar que todos los carabineros debían grabar su accionar a través de los Go pro insertados en sus cascos.
A esto se suma el reciente pronunciamiento del INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos) de Chile, el cual ha mencionado que dentro de este contexto 241 personas sufrieron lesiones graves en sus ojos, incluso llegando a la posibilidad de perder un de ellos. Lo cual hace alusión al nivel extremista de represión que llegaron a alcanzarse por los agentes de las fuerzas armadas, quienes sin mesura disparaban y lanzaban bombas lacrimógenas directamente al rostro de los manifestantes.
Ante estos acontecimientos, se han presentado aproximadamente 600 acciones legales contra las fuerzas armadas, 88 de ellos son por el motivo de violencia sexual, 6 por homicidio, y al menos 9 por homicidio frustrado, sin perjuicio de las otras 458 denuncias por torturas.
En ese sentido, la imagen de Condorito solo muestra un breve escenario de la sociedad chilena. No obstante, es importante la intención y la reflexión que ello nos puede llegar a conducir para no volver a pasar por uno de sus episodios más violentos conocidos desde el Golpe de Pinochet hace más de 40 años, en el cual las decisiones de Piñera sumergen a los chilenos nuevamente con el uso de una violencia institucional, para proteger un modelo económico que no los satisface bajo diferentes alcances. Por eso, bajo la consigna que refleja el espíritu del pueblo chileno hoy en día, “Nunca más desde el miedo”, terminamos este Breaking The Law, oponiéndonos a todo tipo de represión y vulneración de derechos.
Fuente de la imagen: https://www.instagram.com/p/B5INLGWJE7t/?utm_source=ig_embed
Referencias
[1] Cosecha Roja: Son los muertos de Piñera.
http://cosecharoja.org/son-los-muertos-de-pinera/
[2] INDH de Chile señala que 241 personas sufren lesiones oculares por represión de carabineros