Los contratos conmutativos se caracterizan porque en el momento en que se celebra el acuerdo, las partes se encuentran en la posibilidad de valorar, medir la relación de ventajas y pérdidas que va a generar dicho contrato. Es decir, las partes podrán establecer la medida del intercambio, la relación de reciprocidad y la medida del equilibrio del contrato que están celebrando.
Si bien encontramos que siempre hay un rango de fluctuación normal que disminuye o aumenta las ventajas o pérdidas en el contrato, denominado alea típica, y que viene a entender como el riesgo que todo contratante asume al celebrar un negocio jurídico, dicha fluctuación no desnaturaliza los contratos conmutativos.
VÁSQUEZ REBAZA, Walter. Curso de Contratos Especiales, 2016-1. Pontificia Universidad Católica del Perú.