La democracia interna es uno de estos elementos centrales que debe existir dentro todo partido político. Esta genera el reto de lograr un equilibrio entre dos principios o valores fundamentales aparentemente contrapuestos: por un lado, el derecho de los afiliados a participar democráticamente en la formación de la voluntad partidaria y, por el otro, el derecho de los partidos a la libre autoorganización, en cuyo respeto se debe preservar la existencia de un ámbito libre de interferencias de los órganos del poder público en su organización y funcionamiento interno.
Esta encuentra sus cimientos en los derechos de los militantes de un partido político. Estos derechos, refieren, fundamentalmente, a la potestad de los militantes de acceder a cargos de autoridad y de candidaturas, con sujeción a elecciones internas, que deben ser periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal de los militantes; es decir, el núcleo de la democracia interna responde a que sean los militantes de un partido, a través de un sufragio universal quienes decidan quienes serán sus autoridades y candidatos a puestos de elección general.
Fuente:
Espinoza Cruzatt, F. D. (2017). Democracia interna en la elección de candidatos de los partidos políticos: estado actual, reforma electoral y propuestas de mejora.