De hecho, el agua dulce es el recurso más escaso a nivel mundial. Actualmente, de seis a ocho millones de personas mueren anualmente a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua. Además, 1800 millones de personas a nivel mundial utilizan una fuente de agua contaminada con materia fecal y ocho millones de peruanos no cuentan con agua potable[2]. A través de la falta de acceso al agua, se evidencian las situaciones de desigualdad en el Perú y el mundo, ya que esta situación genera enfermedades y pobreza.
En días como estos, en los que gran parte de Lima Metropolitana no cuenta con agua potable, una gota de agua es más necesaria que nunca. Realmente, es el momento de preguntarse: ¿por qué desperdiciar agua? Es fundamental darse cuenta de lo vital y limitado que es este recurso, de la situación que viven las personas que no tienen acceso al mismo y de las brechas socioeconómicas que genera la falta de acceso al agua.