¿Por qué el ruido político afecta la Bolsa de Valores?

Introducción

En el mes de abril, la Bolsa de Valores de Lima (BVL) ha sufrido su peor caída en cinco meses al retroceder 3.4%. A pesar de ser una caída importante, dista significativamente del derrumbe bursátil que representó el retroceso de 12.45% que registró la BVL el lunes 6 de junio de 2011, un día después del triunfo de Ollanta Humala en las elecciones presidenciales de ese año. Tanto en el 2011 como en el 2021 las caídas se debieron a la incertidumbre que se generó respecto del programa económico a instaurarse en el país[1].

Ante ello, la pregunta que abordamos en el presente artículo es la siguiente: ¿Por qué el ruido político afecta la bolsa de valores?

Desarrollo

LA BVL es una persona jurídica de derecho privado que tiene por objeto facilitar la negociación de valores inscritos. En ese sentido, ofrece a los usuarios diferentes instrumentos o valores de inversión, tales como valores de renta variable, como el caso de las acciones, y valores de renta fija, como son los bonos.

De los valores negociados, los instrumentos de renta variable son los instrumentos que tienen más peso en la composición de las negociaciones de la BVL, ya que representan, normalmente, más del 70% del total negociado (Arias, 2016). En otras palabras, la BVL se mueve en función del rendimiento de las acciones.

Un certificado de acción implica la propiedad parcial de una empresa. Si los beneficios de la empresa suben con el tiempo, la cotización de las acciones también lo hace (Opdyke, 2012). Ahora bien, las acciones suben y bajan por la ley de la oferta y de la demanda (Fuentes , 2014), pero además por eventos económicos y financieros de gran repercusión a nivel mundial que, en una economía globalizada, influyen directamente en los precios de las acciones de las empresas de los diferentes países.

No obstante, de lo señalado en el presente texto, nos centraremos en el ruido político. El valor de las acciones cambiará en función de la percepción que se tenga sobre su rendimiento (Robbins, 2018). No es cualquier ruido político el que afecta el destino de las acciones, sino uno que incida en temas económicos, como lo puede ser el cambio de las reglas económicas del país. En ese sentido, el Título III “Del régimen económico” de la Constitución Política del Perú garantiza aspectos fundamentales para el desarrollo de las inversiones, tales como el respeto de la propiedad y el rol subsidiario del Estado. Ergo, cualquier amenaza sobre dichos postulados afecta negativamente la percepción que se tiene sobre los beneficios que podrá obtener la empresa, impactando negativamente en el valor de las acciones.

 En conclusión, el valor de las empresas que cotizan en la BVL está determinado por las expectativas que tienen los grupos de interés (stakeholders) sobre lo que sucederá en el corto o mediano plazo en las empresas donde han invertido su dinero. Si estas expectativas se ven afectadas por cambios radicales en el sistema político en donde operan estas empresas, los inversionistas tienden a: i) vender estas acciones lo más pronto posible; ii) salir de esa economía con entorno inestable; y, iii) colocar sus capitales en otros mercados.

Por esta razón, un ruido político negativo en un sistema económico cuando suscita inestabilidad, golpeará directamente al valor de las empresas que operan en ese país afectando negativamente los índices bursátiles y la economía.


Bibliografía

[1] Si bien acabamos de describir dos caídas importantes en una década, lo cierto es que el mercado de valores se caracteriza por sus altibajos. Por ejemplo, en marzo se reportó que el índice general de la BVL venía ganando 8.11% en el año (Diario Gestión, 2021). Por ello, autores como Robbins recomiendan la inversión a largo plazo,

Jorge Antonio Machuca Vilchez
Magíster en Derecho Bancario y Financiero (PUCP). Diplomado en Derecho de Consumo por la Universidad de Castilla – La Mancha. Egresado de la Escuela Profesional de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente en la Escuela de Postgrado de la Universidad Pacífico, Universidad Privada del Norte (UPN) y en el IFB. Actual Director de Iuris Dictio (2016 - a la fecha).