La sostenibilidad empresarial y Gobierno Corporativo

  1. Introducción
    Las cuestiones de gobierno corporativo y desarrollo sostenible están alcanzando una importancia clave en todo tipo de entidades, tanto en el mundo empresarial como en el de las administraciones públicas. En un entorno global como el actual, un adecuado tratamiento de estas cuestiones contribuye a generar confianza en el mercado y a actuar de manera más eficiente y socialmente responsable.
    El impacto de la nueva regulación europea en materia de sostenibilidad la nueva directiva de reporte de sostenibilidad (CSRD) y las propuestas y directivas sobre derechos humanos y diligencia debida, así como la presión de los inversores, son algunos ejemplos del creciente esfuerzo e interés que deberán prestar los consejos de administración a los temas de transparencia y buen gobierno en la gestión de los asuntos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).
    En ese sentido, el gobierno corporativo es un sistema de regulación propio de los entes económicos, que permite la puesta en marcha de acciones y su monitoreo y la protección para los asociados, clientes, proveedores, inversionistas, directivos y en general, todos los usuarios interesados (stakeholders). A través de un buen gobierno corporativo, se fortalecen y mejoran aspectos claves para las empresas y la sociedad, como las buenas prácticas, la confianza, el compromiso, la participación, la comunicación y la transparencia. Con base en un pensamiento sistémico, el concepto de gobierno corporativo es la mejor forma de asegurar la eficiencia de los procedimientos empresariales. Esta práctica es un pilar fundamental en la reactivación de la confianza en el sector privado y en el sector público y brinda garantías que motiven el compromiso de los entes con los usuarios.
  2. Antecedentes históricos
    El concepto de gobierno corporativo se originó en Estados Unidos, Canadá, Australia y en países avanzados de Europa, fruto del requerimiento de los accionistas minoritarios de diversos entes económicos que demandaban conocer el destino del capital de las organizaciones y las posibilidades y perspectivas que podían aguardar en el largo plazo. Posteriormente, la OCDE, como órgano gubernamental, institucionalizó la figura del gobierno corporativo como medio de protección y coordinación de políticas económicas y sociales para las organizaciones y entidades de sus países miembros.
    La empresa moderna fue el eslabón crucial en el florecimiento del gobierno corporativo al establecer la delegación de poder sobre la toma de decisiones a administradores distintos de los dueños. Personajes destacados como Adam Smith y Berle y Means, manifestaron su recelo acerca de la viabilidad de organizaciones establecidas bajo este modelo, específicamente las sociedades por acciones. Concretamente, fue Smith quien se refirió al típico conflicto de agencia: “De los directores de tales compañías, sin embargo, siendo los administradores del dinero de otros y no del suyo propio, no pueden esperarse que ellos lo vigilen con la misma ansiosa diligencia con la cual los socios en una sociedad privada frecuentemente vigilan el suyo propio.”
    El fortalecimiento del gobierno corporativo es producto de la influencia e importancia de los procesos de privatización en el ámbito económico. Por ende, importantes organismos multilaterales mancomunaron esfuerzos para elevar a nivel de estándar los compendios concernientes al gobierno corporativo, especialmente en países emergentes.
    En Latinoamérica, el gobierno corporativo nació a raíz de la Mesa Redonda Latinoamericana sobre Gobierno Corporativo 2010, organizada por la OCDE. A dicho foro concurrieron constructores de políticas, líderes mercantiles, reguladores, inversores y especialistas de la región, y en ella se evaluó la incidencia de un buen gobierno corporativo para las organizaciones latinas, se deliberó sobre las tendencias, la pertinencia y las tipologías específicas de este y se puntualizaron inferencias en cuanto a sugerencias y prelaciones explícitas para la implementación de un apropiado gobierno corporativo para este hemisferio.
    En Colombia, el concepto se instauró oficialmente en el 2001 con la resolución 275 de la Superintendencia Financiera. Para octubre del 2005 y diciembre del 2006 el Estado colombiano, auspiciado por la Superintendencia Financiera y otras organizaciones, corporaciones y agencias que manejan el mercado de valores, fondos de pensiones entre otros, dio comienzo al proyecto Código País que contribuiría a generar confianza entre los inversionistas y daría entrada a estándares internacionales.
  3. Sostenibilidad y Buen Gobierno Corporativo
    La sostenibilidad y buen Gobierno Corporativo ya no son una opción. Son un must para la mayoría de las organizaciones y para ello se están publicando reglamentaciones en todo el mundo.
    Aún con las nuevas reglamentaciones, el cumplimiento no es suficiente, es necesario un compromiso completo que, además, llevará a la organización a nuevos niveles de éxito y excelencia. Es imprescindible la implicación completa e incondicional de la alta dirección y la integración de las políticas de sostenibilidad en todo el gobierno corporativo.
    Y entonces, ¿Qué tiene que ver con el Gobierno Corporativo? Para que una organización llegue a cumplir con estos criterios ASG y consiga (de verdad) llegar a un estado de sostenibilidad que aporte a sus stakeholders, la estrategia de sostenibilidad debe estar integrada al 100% con la estrategia corporativa y contar con todos los planes de acción, recursos asignados, procesos, indicadores, control y seguimiento que cualquier otro ámbito de la estrategia
    Desde la alta dirección el compromiso ha de ser claro y completo, a sabiendas de que requerirá inversión y recursos que darán frutos a lo largo de los próximos años en forma de reducción de riesgos de incumplimiento, mejora de la reputación corporativa, ganancia de oportunidades y fidelización de inversores, clientes y proveedores.
    En línea con la sostenibilidad, el órgano de Gobierno Corporativo debe ser ejemplo de transparencia, alineación con los objetivos de toda la sociedad, compromiso con todos los grupos de interés, rigor y buen hacer en la gestión de la organización en su conjunto.
    Esto solo se puede conseguir si el órgano de Gobierno Corporativo trabaja sobre unos pilares sólidos:

• Transparencia. Como pieza clave de la relación de confianza que debe reinar en toda la organización, tanto de forma interna en la relación con las distintas áreas como de forma externa con el resto de partes interesadas y la sociedad en su conjunto.
• Buena gestión. Para que la sostenibilidad sea una realidad es imprescindible que el órgano de gobierno se mantenga firme. Además, tendrá que definir claramente la estrategia y todo lo necesario para que se llegue a materializar. Han de ser ejemplo de gestión acertada y referencia de criterio.
• Liderazgo. Han de conseguir una unidad entre todos los componentes de la organización, sin fisuras y alineada con los objetivos. La motivación será clave para que todas las piezas del engranaje alcancen su máximo potencial, tanto profesional como personal.
Más allá del ámbito de las oportunidades de negocio o de la reducción de riesgos, la sostenibilidad debe formar parte de la cultura organizacional. Como tal, todo parte de la alta dirección que ha de promulgar con el ejemplo.

  1. Conclusión
    Como he mencionado, los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) llegaron para quedarse. Las empresas los pueden ignorar, bajo su propio riesgo, pero la mayoría está tomando conciencia de sus propias externalidades y asumiendo un rol activo en la transición sostenible de sus negocios. Esto puede ser muchas veces producto de exigencias regulatorias, pero lo cierto es que las empresas no pueden permitirse esperar y ver qué les depara el futuro. Es el mercado el que está marcando la tendencia, pues los mismos clientes e inversionistas demandan que las empresas incluyan criterios ASG en la toma de decisiones.
    En el caso de las empresas del sector financiero, se está viendo un incremento exponencial de los llamados Financiamientos Vinculados a la Sostenibilidad teniendo como principales clientes a las empresas con una robusta estrategia de sostenibilidad. Una gestión ambiental sostenible mejora su posicionamiento en el mercado, agrega valor a sus servicios y productos, captura un cliente que tiene mayor sensibilidad ambiental, mejora la imagen y les permite el acceso a mercados más exigentes en cumplimiento y respeto al medio ambiente.
  2. Referencias bibliográficas
    Andreu-Pinillos, A., Fernández-Fernández, J. L., & Fernández-Mateo, J. (2020). El gobierno corporativo en los índices de sostenibilidad: un estudio de caso español. Revista de Comunicación, 19(2), 7-28.
    Andreu Pinillos, A., Fernández-Fernández, J. L., & Fernández Mateo, J. (2018). Revisión crítica de la dimensión Gobierno Corporativo en los cuestionarios de los Índices de Sostenibilidad. Revista de Comunicación, 17(2), 09-40.
    Konja, J. V. F., & Flores, A. E. R. (2008). El gobierno corporativo: un enfoque moderno. Quipukamayoc, 15(29), 7-22.
Gianela Sipión Castillo
Estudiante cursando el décimo ciclo en la Facultad de Derecho de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón - UNIFÉ. Parte del Área Legal de Interseguro y Jefa de Economía en Diario El Gobierno. Ganadora del Concurso Nacional de Ponencias Estudiantiles de Derecho – 2020. Ponente principal del Seminario de Mujeres en Derecho Internacional organizado por ONU SAN MARCOS y Revista Ius Intergentes de la PUCP. Participante en el I Encuentro de Líderes Universitarios organizado por CELID – PUCP.