“Los bienes raíces no se pueden perder ni pueden ser robados, tampoco pueden irse. Si son comprados con sentido común, completamente pagados, y manejados con un cuidado razonable, es probablemente la inversión más segura del mundo”.
Franklin D. Roosevelt
I. Introducción
El presente artículo busca realizar algunos apuntes sobre los modelos y estrategias en los negocios inmobiliarios, teniendo en cuenta que hoy en día este se ha convertido en una herramienta muy importante para el incremento del valor de los bienes inmuebles y los portafolios empresariales, llegando a incidir notablemente en la toma de decisiones y en las inversiones del país.
En línea de lo indicado, durante las dos últimas décadas, el sector inmobiliario en el Perú ha experimentado un crecimiento bastante atractivo, contribuyendo de manera positiva en la economía del país, mediante la inversión local y extranjera, aunada con la intervención de diversos agentes económicos, tales como las empresas constructoras e inmobiliarias, promotores inmobiliarios, el propio Estado, entidades financieras, entre otros; dichas intervenciones tienen especial protagonismo ante un escenario de inestabilidad y crisis generalizadas. Asimismo, es necesario resaltar que el sector inmobiliario es uno de los más dinámicos en lo que va del año 2021, contribuyendo así con la recuperación de la economía que fue afectada por la pandemia de la COVID-19 a inicios de 2020.
Asimismo, la importancia de establecer un modelo de negocio inmobiliario y determinar ciertas estrategias radica en minimizar los posibles riesgos de perdidas potenciales y el posicionamiento de la empresa en el mercado. Además, la llegada de la COVID-19 ha transformado la vida de la sociedad y sus necesidades, acelerando ciertas tendencias como la digitalización y el teletrabajo, a los cuales el sector inmobiliario debe adaptarse rápidamente.
II. Diferencias entre el sector construcción e inmobiliario
A fin de evitar confusiones, previamente debemos hacer una diferenciación entre sector construcción y sector inmobiliario, sin perjuicio que ambos se encuentran estrechamente relacionados. El sector construcción corresponde a una actividad productiva, en la que intervienen tanto personas naturales, personas jurídicas y el Estado, orientadas al desarrollo de infraestructura, como la ejecución o producción de obras civiles y de urbanismo; por ejemplo: edificios, estadios, carreteras, puentes, aeropuertos, y obras de ingeniería en general.
Por su parte, el sector inmobiliario se encarga de realizar diversas operaciones comerciales (ya sea mediante la compra, venta, alquiler, administración y/o explotación) sobre bienes inmuebles de distinta naturaleza, muchas veces actuando como intermediarios entre vendedores y compradores; vale decir entre los clientes y las constructoras y/o propietarios de los diversos bienes inmuebles. También comprende a diferentes actores como lo son la promoción inmobiliaria e inversión realizada por parte de empresas o particulares; así como el desarrollo de proyectos inmobiliarios que conllevan diferentes tipos de cambios y evoluciones que podrían afectar a la economía del país.
III. La actividad inmobiliaria
El ámbito de la actividad inmobiliaria se desarrolla sobre la base de la diversidad de bienes inmuebles, que puede tratarse de activos de carácter residencial o viviendas, industrial, hoteles, oficinas, locales comerciales, urbano, entre otros[1];también comprende otros aspectos, tales como la promoción inmobiliaria, las inversiones realizadas por las empresas o particulares y la financiación; los cuales ponen en marcha la explotación, adquisición y/o desarrollo de proyectos inmobiliarios.
En las dos últimas décadas, el sector inmobiliario en el Perú ha mostrado un comportamiento muy dinámico, que se ha podido verificar mediante el incremento de los niveles de precios, el incremento del ingreso per cápita, reducción de las tasas de interés y un mayor acceso a créditos hipotecarios. A pesar de las variaciones en el tiempo, el sector inmobiliario es uno de los más dinámicos en lo que va del año 2021, contribuyendo así con la recuperación de la economía que fue afectada por la pandemia del Covid-19 a inicios de 2020; toda vez que la inversión sobre los bienes inmuebles representa un activo seguro, cuyo valor tiene baja probabilidad de depreciación a diferencia de los bienes muebles, ya que son bienes que siempre será requerido por la comunidad.
Según Informe Económico de la Construcción[2], presentado por la Cámara Peruana de Comercio – CAPECO, se señala que la construcción ha crecido en un 38% entre julio de 2020 y junio de 2021; con lo cual se refleja el crecimiento paralelo del sector inmobiliario, ya que las edificaciones construidas son terminadas o proveídas para ser vendidas, arrendadas y en general para ser usadas en las operaciones y/o negocios inmobiliarios. Además, de acuerdo a los indicadores y expectativas se estima que durante el presente año el sector inmobiliario generará negocios por 1.680 millones de dólares, generando una mayor dinámica en las transferencias de bienes inmuebles.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha señalado que el sector inmobiliario es esencial para la economía y es considerado como un componente de la inversión, ya que cumple una de sus funciones mediante la satisfacción de las necesidades de la vivienda. Y es que en muchos países la vivienda es el mayor componente de la riqueza; por ejemplo, en Estados Unidos, las propiedades inmuebles representan aproximadamente la mitad de los activos totales en poder del sector privado no financiero. La mayoría de los hogares tiende a mantener su riqueza en su vivienda más que en activos financieros[3], y en general, el sector inmobiliario tiene importante repercusión en la estabilidad financiera y macroeconómica del país.
IV. Negocio Inmobiliario
El negocio inmobiliario se basa en un asesoramiento integral en el sector, que es contemplado desde la perfectibilidad, el desempeño de la empresa y servicios, los cuales asegurarán a los inversionistas y clientes que todos los riesgos o situaciones adversas podrán solucionarse sin mayores complicaciones y que el retorno de la inversión es lo que se diseñe en el plan de negocios[4]. Para el asesoramiento integral de cada operación se debe analizar aspectos legales, financieros, técnicos, administrativos, etc.
El negocio inmobiliario nos permite analizar de manera ordenada los riesgos antes de emprender una inversión o actividad económica, detallando las distintas formas de financiamiento y proporcionando las pautas necesarias para trabajar sistemáticamente el desarrollo de cada proyecto hasta su conclusión. Si bien es cierto que cada decisión que se toma en un determinado negocio inmobiliario puede estar vinculado con la operación, la cual siempre impactará en los objetivos y estrategias de los proyectos o de las empresas.
En las últimas décadas el negocio inmobiliario se ha convertido en una herramienta de generación y/o aumento de valor para los patrimonios individuales y los portafolios empresariales, llegando a incidir notablemente en la toma de decisiones sobre las inversiones de bienes inmuebles, que implica una transformación de una decisión operativa a un proceso de planificación estratégica más compleja, lo cual requiere la participación de diversos agentes y la intervención de profesionales capacitados.
V. Desarrollo del negocio inmobiliario
Todo negocio persigue la obtención de utilidades, las cuales están relacionadas de manera directamente proporcional con el riesgo que implica aquel. Sin embargo, también cabe la posibilidad de producirse ciertas pérdidas económicas y las empresas deben estar preparadas para enfrentar cualquier situación adversa, porque es necesario minimizar los posibles riesgos de perdidas potenciales. Por consiguiente, en un entorno cada vez más globalizado y digitalizado, anticiparse a situaciones potencialmente adversas supone una ventaja competitiva que contribuye de forma sustancial para lograr los objetivos estratégicos[5] de toda actividad empresarial.
Por ello, cuando un empresario o inversionista busca oportunidades de negocio o inversión, necesariamente debe realizar una evaluación de los diversos sectores que comprende la economía del país; persiguiendo con ello una inversión efectiva que genere un cierto margen de ganancia o beneficio económico ya sea a corto, mediano o a largo plazo. En dicha evaluación se tendrá en cuenta la correcta identificación de riegos que implica la actividad; que pueden ser riesgo del propio negocio, riesgo financiero, riesgo administrativo, riesgo de rendimiento, riego legal, riesgo ambiental, riesgo inflacionario, riesgo financiero, entre otros.
Es importante señalar que para el desarrollo de proyectos inmobiliarios se debe planificar de manera estratégica, a fin de lograr ajustar estrategias sobre preferencias de los usuarios, reaccionar con ideas nuevas ante una sociedad cambiante debido a las nuevas tecnologías y desarrollo[6]. En ese sentido, para el desarrollo de un negocio inmobiliario se debe establecer claramente una estructura y estrategias definidas, para que de esta manera los proyectos inmobiliarios puedan obtener cierta competitividad y posicionamiento en el mercado.
5.1. Modelo de los negocios inmobiliarios
En el año 1954, Peter Drucker fue el primero en utilizar el término “modelo de negocio” para describir a la forma en que una empresa debe llevar a cabo su negocio[7], lo cual en las últimas décadas ha sido muy utilizado, pero aún no ha sido desarrollado con la debida atención. También, dicho autor enfatiza que un buen negocio es aquel que responde a preguntas como: ¿Quién es el cliente y que valora? ¿Cuál es la lógica económica subyacente que explica cómo podemos aportar dicho valor al cliente a un coste apropiado?
Asimismo, autores como Amit y Zott señalan que “un modelo de negocio explicita el contenido, la estructura y el gobierno de las transacciones designadas para crear valor al explotar oportunidades de negocio”[8]. Entendiéndose como transacciones a los flujos de información y acuerdos comerciales que implica el intercambio de bienes y servicios, a cambio una contraprestación económica, y por parte de los participantes, las formas legales de organización y los incentivos involucrados.
Una definición más completa nos proporciona Chesbrough y Rosenbloom, sosteniendo que un modelo de negocio tiene las siguientes funciones: articular la propuesta de valor del cliente, identificar un segmento de mercado, definir la estructura de la cadena de valor, estimar la estructura de costes y el potencial de beneficios, describir la posición de la empresa en la red de valor y formular la estrategia competitiva[9]; con lo cual evidentemente se busca un negocio exitoso.
En el sector inmobiliario se ha venido proponiendo diferentes modelos de negocios, principalmente en el aspecto tecnológico, ayudando a acortar los tiempos y que no sea necesario desplazarse hasta las oficinas de las inmobiliarias a observar los tipos de inmueble que se está ofreciendo, o para colocarlo mediante venta, alquiler, etc. Este avance significativo se ha denominado como Revolución Proptech[10], y entre los modelos de negocios muy utilizados en Colombia, podemos mencionar los siguientes:
Portales y Marketplaces (plataforma digital). En este modelo están las empresas o inmobiliarias que se dedican a la búsqueda de inmuebles a través de un sitio centralizado, como una especie de vitrina virtual en la que los clientes pueden tener acceso a los diversos productos que se ofrece.
Peer to Peer. Mediante plataformas interactúan de manera directa oferentes y demandantes a fin de intercambiar productos, servicios o información. En los negocios inmobiliarios se intervendría para la compra, venta, administración o alquiler de cualquier bien inmueble por los propios interesados.
Internet de las cosas. Con este modelo se gestionan diferentes aspectos de la vivienda, y permite domotizar (entiéndase como el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda) a través de un Smartphone, que ayuda con el ahorro de energía, seguridad, bienestar y comunicación.
Realidad virtual. Este modelo es muy innovador ya que ofrece la posibilidad de virtualizar los inmuebles, y a través de usar unas gafas 3D, visitar varias casas, departamentos, locales comerciales, etc., sin necesidad de trasladarse al lugar donde se encuentre.
Inversión colectiva. Esta consiste en invertir pequeñas cantidades de dinero en inmuebles, y participar en la evolución de los precios, algo similar a una bolsa de valores, pero de bienes inmuebles.
Software Inmobiliario. Es un modelo que permite optimizar la comercialización, el control financiero, la gestión de las propiedades y la relación de los clientes; que sirve como soporte y/o apoyo para tener una mejor publicidad de sus servicios, productos o información de la empresa o inmobiliaria.
Consideramos que si bien es cierto los modelos de negocios inmobiliarios antes mencionados pueden ser de mucha utilidad y tener un mejor desarrollo por en el sector inmobiliario peruano; no obstante, se limitan únicamente sobre el aspecto tecnológico o digitalizado, por lo que se debe complementar con los siguientes modelos de negocios inmobiliarios:
Promotor Inmobiliario. De conformidad con el TUO de la Ley No. 29090, Ley de Regulación de Habilitaciones Urbanas y de Edificaciones, el Promotor Inmobiliario es la persona natural o jurídica, pública o privada, que ejecuta la obra directamente o la contratación de terceros; asimismo, administra, promueve, habilita y comercializa un proyecto y/o edificación.
El Promotor Inmobiliario es quien efectúa todas las coordinaciones desde la realización de los estudios previos a la adquisición del terreno hasta culminar la ejecución de la obra. También será quien realice las coordinaciones con la entidad financiera a fin de financiar el proyecto, así como a los clientes para la transferencia de los inmuebles producto del proyecto; por lo que el promotor asumirá diferentes obligaciones.
Agente Inmobiliario. Desarrolla un servicio de intermediación, destinado a la adquisición, transferencia, arrendamiento, administración, comercialización, asesoramiento, consultoría, cesión, uso u otra operación inmobiliaria de forma rápida, segura y al precio más conveniente, actuando como facilitador para la concreción de algún negocio inmobiliario entre dos personas para la concreción de algún negocio inmobiliario; además, pueden ofrecer toda una guía de las formalidades a seguir, trámites y documentación que implica los negocios inmobiliarios. Por lo que, el mayor capital de un agente es su información y sus redes de contacto.
Administración de Inmuebles. Ante el aumento de los proyectos inmobiliarios y la creciente construcción de edificaciones de uso compartido, surge el desarrollo de este modelo, en el que se encuentran las empresas que prestan el servicio de administración a condominios, centros comerciales, oficinas, clubes, centros educativos, empresariales, industriales e instalaciones de entidades públicas y privadas, y en general cualquiera de los servicios de administración de los bienes inmuebles.
Inversiones Grupales. En este modelo intervienen varios inversionistas que deciden realizar un “Crowfunding” inmobiliario[11], a fin de reunir un cierto capital sin la necesidad de la intervención o dependencia de entidades bancarias, así promover la compra de bienes inmuebles para luego venderlos y repartirse las ganancias adquiridas en la proporción de la inversión inicial; también es posible la adquisición de propiedades en desarrollo o inmuebles en rentando, donde cada uno de los inversionistas tienen derecho de un porcentaje de las rentas que se genere, según su participación.
Plataforma Abierta. Este modelo de negocio se inicia como un listado o directorio, y que en muchos casos se ha ido convirtiendo en grandes plataformas de mercado (como una especie de marketplaces) e intermediario para un sector o más de un sector. Por su característica, está enfocado en encontrar cualquier tipo de espacio en cualquier lugar, basándose en datos clave en el mercado (Big Data) para poder realizar inversiones sobre cualquier emprendimiento, ya sea en el desarrollo de proyectos inmobiliarios o remodelación de conjuntos residenciales, etc.
Plataforma Segmentada. A diferencia de la plataforma abierta, este modelo de negocio está dirigido únicamente a un sector o población especifica, donde los clientes finales requieren ciertos productos, nivel de experiencia o características del servicio.
Un ejemplo típico de este modelo lo encontramos en las constructoras e inmobiliarias que ofrecen viviendas de interés social, las cuales tienen determinadas características y limitaciones, que están dirigidas especialmente a las familias de bajos recursos y/o ingresos económicos.
Servicios de Ingeniería y arquitectura. Hoy en día se ha creado mucha demanda de nuevos espacios y nuevas distribuciones de diferentes tipos de inmuebles de acuerdo a los requerimientos técnicos; ya sea sanitarios (espacios abiertos, ventilación, etc.) y económicos (ahorro de espacio, distribución utilitarista), nuevos establecimientos comerciales adaptadas al distanciamiento social. Esta situación es producto de los cambios ocasionados por la pandemia generalizada, por lo que se demanda en servicios de consultoría de arquitectos, diseñadores de interiores e ingenieros.
Es importante que, además de determinar un modelo de un negocio inmobiliario, se debe diseñar un plan de operaciones, con el cual se busca detallar, analizar e identificar las actividades que se necesitan para materializar el proyecto inmobiliario, así poder entender y conocer la relación e importancia entre áreas o departamentos para llevar a cabo los flujos y optimizar los procesos para la prestación del servicio y asesorías en la inmobiliaria, a fin de ser competitivos en el tiempo, costos, servicio y calidad[12] de los negocios inmobiliarios.
5.2. Estrategias en los negocios inmobiliarios
Según Chandler, la estrategia es la base para determinar las metas y los objetivos de una empresa a largo plazo, las acciones a emprender y la asignación de recursos necesarios para llevar a cabo la ejecución de dichas metas; esto se justifica mediante el estudio de cuatro grandes industrias estadounidenses a inicios del siglo XX[13]. Cuando el autor hace referencia a un largo plazo se debe entender que el posicionamiento de una empresa en el mercado no se logra de un día al otro; sino, se requiere de mucho tiempo y de la distribución de recursos suficientes.
Podemos decir que la estrategia es la fórmula para conseguir los mejores resultados en la selección del tipo de negocio que se llevará a cabo, en la asignación de recursos, y el plan para conseguir una posición favorable de la actividad económica en el mercado. El negocio inmobiliario no puede ser ajeno a ello, más aún hoy en día vivimos ante un contexto globalizado y digitalizado, por el cual se requiere realizar una adecuada planificación y diseñar una buena estrategia, mediante el uso indispensable de medios tecnológicos.
El negocio inmobiliario en el Perú sigue diversificándose y constantemente evolucionando de acuerdo a los cambios y creciente necesidades que va experimentando la sociedad en el tiempo, para lo cual se requiere atender la diversidad de transacciones en el mercado, tales como las adquisiciones, transferencias, arrendamientos, administración, comercialización, asesoramiento, consultoría, cesión, uso, entre otra operación inmobiliaria, de forma rápida y segura.
Para emprender exitosamente en dichas operaciones y/o transacciones se considera que los negocios inmobiliarios deben adoptar ciertas estrategias, cumplir con las metas y objetivos propuestos. Algunas estrategias consisten en: determinar la situación del país, conocer el perfil de los clientes (mercado objetivo), saber exactamente lo que se está ofreciendo, utilización de medios o recursos tecnológicos, marketing digital, aprovechar las redes sociales, generar el valor del reconocimiento, investigar qué, y como ofrece la competencia, entre otras.
Determinar la situación del país. Esta estrategia se encuentra enfocada en reconocer el entorno y la competitividad en el mercado. Es el punto de partida para saber si el país efectivamente ofrece oportunidades de inversión; para lo cual se debe observar ciertos datos macroeconómicos, índice de inflación y tasa de crecimiento. Además, el problema del déficit habitacional en diversos sectores del Perú aún persiste[14], lo cual indica que existe oportunidades de desarrollar diversos proyectos inmobiliarios.
Conocer el perfil de los clientes. Conociendo el perfil de los clientes se determina el mercado objetivo de la empresa. Obtener la información sobre el perfil de los clientes es muy importante, a fin de conocer quequé tipo de inmueble busca el comprador (terreno, casa, departamento, local comercial, etc.), cuáles son sus necesidades (comprar, arrendar, hipotecar, etc.), cuáles son sus expectativas, edades, entre otros; a partir de ello se pueda ofrecer las opciones que se ajuste a las posibilidades del cliente.
Conocer el producto que se ofrece. Es importante que el vendedor o quien ofrece productos y servicios inmobiliarios conozca todas las características y condiciones del inmueble, para que al momento de contactarse con el cliente o llevarse a cabo el negocio inmobiliario se pueda resaltar los beneficios y potencialidades del inmueble. Dicha actuación debe ser siempre de manera honesta con los clientes, a fin de generar un valor de reconocimiento y recomendación en el futuro.
Utilización de medios tecnológicos. Hoy por hoy en un entorno digitalizado es indispensable aprovechar los beneficios que nos ofrece la tecnología, ya que su utilización inteligente nos puede ayudar a publicitar las características del inmueble que se ofrece, llegando así a captar al público objetivo, a través de un canal digital, mostrando fotos, videos cortos y sobre cualquier oferta disponible.
Realidad digital. Últimamente la realidad virtual representa una muy buena estrategia en las ventas en algunas inmobiliarias en el país, aunque aún falta implementar por muchas empresas. Dicha estrategia genera el ahorro de tiempo y dinero, porque permite a los potenciales clientes poder observar los inmuebles sin necesidad de recurrir al lugar donde se encuentran ubicadas.
Aprovechar las redes sociales. Las redes sociales es una plataforma donde puede acceder una gran cantidad usuarios que comparten información masiva constantemente, lo cual es ideal para mostrar contenido relevante sobre ofertas de todo tipo de inmuebles; esto es sobre venta, alquiler, administración, etc., de casas, departamentos, oficinas, locales comerciales, entre otros.
Generar el valor del reconocimiento. En el mundo de los negocios es muy importante el reconocimiento del vendedor o de la empresa que ofrece sus productos y servicios; toda vez que representa un valor agregado al momento de ofrecer y vender, ya que será recomendado a otros clientes o volverá a ser elegido para comprar o realizar otras operaciones inmobiliarias.
Analizar la situación de la competencia. La competencia en todo negocio siempre existe, y en el sector inmobiliario es muy elevada debido lo atractivo que se ha convertido el negocio en los últimos tiempos. Es esencial tener acceso a información de la competencia, principalmente sobre las fortalezas y debilidades de las empresas, precios y calidad de los productos y servicios que ofrecen otras inmobiliarias, recabar opiniones de los consumidos de los productos de la competencia; a partir de ello poder determinar quiénes son los principales competidores, que servicios no están satisfaciendo a los clientes, que servicios son más rentables, en que ciudades o distritos existe déficit viviendas, oficinas, etc. Con esta información se evitará en incurrir en errores innecesarios, tomando decisiones acertadas en los negocios inmobiliarios.
VI. Conclusiones
En las últimas décadas la actividad inmobiliaria en el Perú ha experimentado un notable crecimiento, incentivando una constante inversión local y extranjera; contribuyendo así positivamente en la economía del país; esto sin perjuicio de las crisis y variaciones generadas en el mercado. Asimismo, el sector inmobiliario es uno de los más dinámicos en lo que va del año 2021, ayudando con la recuperación de la economía que fue afectada por la pandemia generalizada de la COVID-19.
Hoy en día el negocio inmobiliario se ha convertido en una herramienta muy importante de generación de valor en las diversas transacciones y operaciones inmobiliarias, incidiendo considerablemente en la toma de decisiones de las inversiones sobre la diversidad bienes inmuebles y los productos que ofrecen los portafolios empresariales, para lo cual es necesario establecer modelos y determinar estrategias en los negocios inmobiliarios.
Para que los negocios inmobiliarios puedan alcanzar un mayor éxito en las actividades y transacciones realizadas por las empresas, cumplir con las metas y objetivos propuestos, es importante que se defina claramente un modelo de negocio y la previsión de ciertas estrategias, toda vez que lo primero describe cómo funciona el negocio, en cambio las estrategias explican cómo conseguir los mejores resultados respecto a la competencia; para así posicionarse en el mercado inmobiliario.
Con la determinación de objetivos estratégicos en los negocios inmobiliarios se puede anticipar a situaciones potencialmente adversas, como conocer las falencias o déficit en el mercado, conocer la actividad de los principales competidores, que servicios son más rentables, evitar incurrir en errores innecesarios, etc., a fin de tomar las decisiones acertadas; para lo cual es indispensable contar con el apoyo de herramientas o medios tecnológicos, dado que vivimos en un entorno cada vez más globalizado y digitalizado.
BIBLIOGRAFÍA:
[1] En dicha actividad interviene diversos actores, tales como el Estado, las empresas constructoras, las empresas inmobiliarias, los propietarios de los inmuebles, las entidades bancarias y financieras, etc.
[2] Cámara Peruana de Construcción (2021). El duro camino a recorrer para reactivar la economía. Informe Económico de la Construcción N° 44, agosto 2021.
[3] Fondo Monetario Internacional (FMI). Los mercados inmobiliarios, la estabilidad financiera y la economía; Departamento de Comunicaciones del FMI, 12 de junio de 2014.
[4] CRIOLLO, L. & SAENZ, M. (2018). DISEÑO DE UN MODELO DE NEGOCIO INMOBILIARIO CON ASESORIAS ESTRUCTURALES Y ADECUACIÓN DE ESPACIOS INTERIORES EN BOGOTÁ; Trabajo de Grado, Universidad Católica de Colombia – Bogotá, Pág. 76.
[5] RODRÍGUEZ, M.; PINEIRO, C. y DE LLANO, P. (2013). Mapa de Riesgos: Identificación y Gestión de Riesgos. Facultad de Economía y Empresa, Universidad de la Coruña. Revista Atlántica de Economía – Volumen 2, 2013.
[6] GIL ZAMORA, Camilo A. & MANRIQUE ZAMORA, Carlos A. (2009). ELABORACIÓN DE UN PLAN ESTRATÉGICO DE MARKETING PARA LA CONSTRUCTORA COMPANACON LTDA., Proyecto de Grado. Universidad de la Salle, Bogotá.
[7] DRUCKER, Peter (1954). The Practice of Management, Harper and Row Publishers. (Citado por Joan E. Ricart, 2009).
[8] AMIT R. y ZOTT C. (2001). Value Creation in E-Business. Strategic Management Journal 22, Pág. 493-520.
[9] Chesbrough H., Rosenbloom R. (2002). The role of the business model in capturing value from innovation: evidence from Xerox Corporation’s technology spin-off companies. Industrial & Corporate Change: P. 529-555.
[10] Innova, Digital e. (2018). LOS NUEVOS MODELOS DE NEGOCIO EN EL SECTOR INMOBILIARIO. LA REVOLUCIÓN PROPTECH. Digital e Innova, 07 de enero de 2018. Ver en: http://digitaleinnova.com/nuevos-modelos-de-negocio-en-el-sector-inmobiliario/.
[11] El Crowfunding inmobiliario es una forma rápida de financiamiento colectiva de pequeños y medianos inversionistas, que ha logrado muy buenos resultados es países como España, Estados Unidos, China, entre otros.
[12] PERILLA, Mauricio Garavito (2014). PROYECTO EMPRESARIAL: CREACIÓN EMPRESA INMOBILIARIA EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ D.C. Universidad Internacional de la Rioja, Colombia. Ver en: [https://www.gestiopolis.com/plan-negocio-la-creacion-unaempresa-inmobiliaria-bogota/#pf25].
[13] CHANDLER, A. (2003). Strategy and Structure. Chapters in the history oh the American Industrial Enterprise. New York: Beard Books.
[14] Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) – Encuesta Nacional de Programas Presupuestales 2019, se ha determinado que el déficit cualitativo en el 2019 era de 978 mil hogares y el cuantitativo era de 488 mil hogares.