¿Puede el procedimiento establecido para la titulación otorgada por COFOPRI determinar de manera indubitable un estado civil?

REFLEXIONES EN TORNO AL OCTAVO PRECEDENTE DE

OBSERVANCIA OBLIGATORIA APROBADO EN EL QUINQUAGESIMO

PLENO DEL TRIBUNAL REGISTRAL DE LA SUNARP

INTRODUCCIÓN

Con este ensayo se busca, a partir del análisis del Octavo Precedente de Observancia Obligatoria en Materia Registral, aprobado en el L Pleno del Tribunal Registral de la SUNARP, celebrado en la Sesión Extraordinaria de fechas 03, 04 y 05 de Agosto del 2009, cuestionar que en sede registral no se pueda rectificar la calidad de un bien, cuando este ha sido otorgado a título gratuito por COFOPRI.

El referido precedente fue establecido en los siguientes términos:

«No procede que en sede registral se rectifique la calidad de un bien cuando este ha sido adquirido a título gratuito, conforme a las disposiciones contenidas en el D.S. O13-99-MTC, ya que corresponde a COFOPRI valorar si un predio tiene la calidad de propio, no obstante la condición de casado del adjudicatario».

PROBLEMA EN CUESTIÓN:

 EL CÓNYUGE PERJUDICADO CON UNA DECLARACIÓN FALSA DENTRO DEL PROCEDIMIENTO DE TITULACIÓN QUE REGULA A COFOPRI, SE VE IMPEDIDO DE ACOGERSE A LA RECTIFICACIÓN DE LA CALIDAD DEL BIEN AL AMPARO DEL ARTÍCULO 85° DEL TUO DEL REGLAMENTO GENERAL DE LOS REGISTROS PÚBLICOS.

Ocurre que en el caso de los títulos de propiedad otorgados por COFOPRI, se pueden dar supuestos de anomalías al momento de determinar beneficiarios con el saneamiento de un predio, de los que nos interesa sustraer dos casos para analizarlos en el presente ensayo:

  1. Que un adjudicatario haya declarado (falseando información) que es casado, pero que no convive con su cónyuge, y que, por lo tanto, ejerce de manera individual la posesión del lote a sanear.
  2.  Que un adjudicatario, teniendo el estado civil de casado, haya declarado (falsamente) el estado civil de soltero, y que, por lo tanto, también ejerce de manera individual la posesión del lote a sanear.

Al amparo de lo prescrito en el artículo 302°, inciso 3, del Código Civil; el Decreto Supremo 013-99-MTC faculta a COFOPRI a adjudicar propiedad a título gratuito y, consecuentemente, en calidad de bien propio.

El problema con esta adjudicación, es que podría darse el caso que COFOPRI titule en base a información falsa proporcionada por el beneficiario, por cuanto el procedimiento administrativo permite que la determinación de la calidad de bien propio se establezca a partir de un hecho que a todas luces es cuestionable:

 La simple declaración del cónyuge adjudicatario

El art. 31° del Reglamento de Formalización de la Propiedad a cargo de la COFOPRI, aprobado por Decreto Supremo 013-99-MTC, señala textualmente, en la parte pertinente, lo siguiente:

«Tratándose de lotes destinados a vivienda que, conforme a la constatación realizada en el empadronamiento, se encuentren en posesión de sólo uno de los cónyuges, que declare no tener vivencia en común ni coposesión del lote con el otro cónyuge y que cumpla con los requisitos de este reglamento, COFOPRI podrá emitir el título de propiedad a favor del cónyuge poseedor. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 302°, inciso 3), del Código Civil, y habiendo adquirido la propiedad a título gratuito, se considerará bien propio del titular» (el énfasis es nuestro).

Más adelante, la referida norma señala que esta declaración podrá ser acreditada por cualquier medio, inclusive una declaración jurada, acompañada de la firma de dos vecinos en calidad de testigos.

A estas alturas del ensayo, cabe formularse la siguiente interrogante:

 ¿Es suficientemente válida la simple declaración de uno de los cónyuges para excluir al otro de un bien que la ley presume social?

Honestamente creemos que no.

La relevancia de una presunción, como la establecida en el inciso 1) del art. 311° del Código Civil, no debería ser desvirtuada por una simple declaración, que es admitida por COFOPRI al amparo de la Ley de Simplificación Administrativa, nada menos.

A pesar de lo expuesto, creemos que este primer supuesto no es el más cuestionable; porque el adjudicatario manifiesta su verdadero estado civil, y la autoridad administrativa -en ejercicio de sus facultades- le otorga un título en calidad de bien propio.

Lo grave se da en el segundo supuesto, donde el adjudicatario manifiesta un estado civil que no le corresponde; es decir, le miente a la autoridad administrativa respecto de un dato tan relevante como su estado civil, para obtener un título de propiedad en calidad de bien propio, cuando este, realmente, tiene la calidad de bien social.

Todo esto, porque el artículo 34° señala que “En caso que los poseedores empadronados no puedan acreditar mediante documento público su estado civil, bastará la presentación de una Declaración Jurada (…)”; vale decir, nuevamente una simple declaración del adjudicatario.

 En ambos supuestos, el registro acoge los títulos en calidad de bien propio.

REFLEXIONES EN TORNO AL OCTAVO PRECEDENTE DE OBSERVANCIA OBLIGATORIA APROBADO EN EL OUINOUAGESIMO PLENO DEL TRIBUNAL REGISTRAL DE LA SUNARP

Planteada la problemática, y contrastada con el precedente, se puede afirmar que este -el precedente- ha sobrevalorado un procedimiento administrativo, cerrándole las puertas del Registro al cónyuge perjudicado con una declaración falsa.

Es entendible -con las reservas ya formuladas- que el Registro exija el título modificatorio y/o rectificatorio expedido por COFOPRI, respecto de los títulos otorgados en calidad de bien propio, a los adjudicatarios que manifestaron el estado civil de casados, porque en ese caso, siempre habría un tema de probanza respecto de quien o quienes ostentaban la posesión efectiva del inmueble.

Lo que no se puede entender, es que se exija el mismo requisito en el caso de los adjudicatarios que falsearon información respecto de su estado civil. En este caso, la falsedad es manifiesta, y de fácil probanza.

Una copia certificada de la correspondiente partida de matrimonio, expedida con posterioridad a la fecha de expedición del título de propiedad, dejará muy en claro que el adjudicatario mintió en el procedimiento de titulación, y que se benefició de manera ilegal con un bien que no le correspondía, por lo menos en calidad de bien propio.

CONCLUSIONES

Por todas las consideraciones expuestas, no queda más que concluir, que el Octavo Precedente de Observancia Obligatoria en Materia Registral, aprobado en el L Pleno del Tribunal Registral, celebrado en la Sesión Extraordinaria de fechas 03, 04 y 05 de Agosto del 2009, debería ser revisado para su modificación y/o aclaración, a efectos de que no alcance a aquellos títulos en que el adjudicatario ha declarado un estado civil que no le corresponde para adquirir un inmueble con la calidad de bien propio.

Vale decir; que el cónyuge perjudicado con la declaración falsa del cónyuge adjudicatario, debería tener la posibilidad de acceder al Registro para rectificar la calidad del bien, al amparo de lo prescrito en el artículo 85° del Reglamento de Inscripciones del Registro de Predios.

Walter Recalde Morales
Walter Recalde Morales, abogado por la UNMSM, Registrador Público Titular del Registro de Predios de Lima, con Maestría en Derecho Registral y Notarial de la Universidad de San Martín de Porres. Egresado del curso de Especialización Avanzada en Derecho Civil Patrimonial de la PUCP.