Germinal: una historia de nunca acabar

Germinal es una maravillosa película que narra los componentes que llevan a una huelga en una mina de carbón a finales del siglo XIX. La película está basada en la novela con el mismo nombre por el autor Émile Zola y detalla los hechos experimentados por el mismo Zola durante su visita a un distrito rural en Francia, donde el carbón es el principal motor económico del lugar. Del filme son extraíbles temas como la difícil vida entre el hombre y la tierra que habita; la relación entre el carbón, y cómo éste ayuda a vivir y matar a la vez a los mineros que la extraen; y la severa explotación laboral causada por los rezagos de la era industrial. Por otro lado, también surge a colación algo tan notable como las diferencias sociales entre los empleadores y los empleados y, en otro nivel, la diferencia laboral que experimentan los personajes en Germinal, con la que puede vivir el espectador.

La historia se desenvuelve alrededor de un puñado de personajes, algunos más relevantes que otros, pero en sus conductas y reacciones uno puede descubrir algo nuevo para ellos, pero conocido por el espectador. Sus intentos por organizarse, negociar o rebelarse ante la impotencia y desinterés de aquellos, en un ambiente de poder claramente superior. Si algo logra el filme es tener la capacidad de ser una ventana a un conflicto social que ha existido más tiempo de lo que somos capaces de aceptar. Germinal puede ser una historia muy simple, con un clímax no tan llamativo, imágenes no siempre espectaculares y un desarrollo de personajes que, por momentos, no conduce a mucho, pero es en su simpleza que se esconden los detalles.

La paleta de colores, por ejemplo, influye mucho en lo que el filme quiere que el espectador sienta respecto de las imágenes que muestra. En Germinal los colores son variados, pero todo se encuentra en un constante degradado, una suerte de opaco. Incluso cuando salen de la mina y toman un baño, las prendas lavadas, los rayos del sol y el ambiente alrededor no reflejan vida alguna. Es depresivo, y lo es aun más saber que, en esas circunstancias, los personajes encuentran motivos para reír y divertirse, lo que refleja un grado de aceptación a esas circunstancias, normalizando un estado de decadencia.

El filme te introduce lo difícil que es trabajar en las minas a través de la familia Maheu, quienes viven en una casa alquilada por la empresa en la que trabajan. La ganancia de los miembros no es suficiente para costear todos los gastos y se incentiva a los niños a trabajar desde que son capaces de hacerlo. Las pagas a los trabajadores parecen haber sido calculadas al punto que permite la supervivencia, pero no el ahorro; por lo que los mineros no pueden conseguir suficiente dinero para pagar sus deudas o encontrar una forma distinta de trabajo. Es una situación de dependencia en la que se ven forzados a servir de manera brutal o morir de hambre.

¿Qué es una vida? ¿Cuánto vale la salud de los trabajadores y de sus familias? Nada de ello tiene valor alguno en Germinal, los primeros minutos abren con la muerte de alguien, irrelevante, fungible, como lo son los demás. No hubo tiempo para lamentos, pero sí para el reemplazo. Es cuando Etienne entra en escena, un hombre que no ha trabajado en las minas antes, pero con algo de educación como se verá después.

Etienne es un hombre desempleado que ha llegado al pueblo y encuentra trabajo rápidamente como reemplazo de un trabajador fallecido. En el tiempo que está instalado nota la precariedad con la que viven los trabajadores, y les propone unirse para exigir mejores salarios luego de que la empresa decidiera reducirles el precio del carro de carbón y pagar el entibado aparte. Una vez agotados los recursos para comunicar sus demandas, es que Etienne sube a una loma, convoca a los demás mineros y pide sus votos para decidir si recurren a la huelga o no. Las consecuencias son nefastas; dentro del mundo burgués no mucho parece cambiar y no tardan demasiado en contratar obreros belgas que reemplacen a los anteriores mineros, pero en el mundo obrero los efectos caen con mayor fuerza. La desnutrición y las enfermedades toman a los menores y originan actos de violencia que terminan con la muerte del líder moral de la revuelta. Etienne, luego de estos incidentes y derrotado, parte en busca de un mejor futuro.

¿Qué tan alejados estaban los personajes de Germinal a la realidad actual? Como es observable, la huelga y la violencia no fueron las primeras opciones. Un descuento en el precio del carro de carbón y el pago aparte por los maderos de contención fue una movida inaceptable por los mineros que solo verían reducidos aún más su salario. El diálogo, encabezado por el líder moral Maheu e incentivado por Etienne, no conduce a nada más que a vagas justificaciones por parte del siguiente empleador al mando.  El apetito de los socios accionistas por exprimir hasta el último centavo a costas de sus trabajadores es notable, y enfatizado en los cambios de escenas entre los burgueses y mineros.

Oxfam, una confederación internacional de 20 organizaciones dedicada a restablecer el equilibrio en el uso de recursos para mejorar la vida de las personas alrededor del mundo, establece en su informe de enero del 2017[1] que son solo 8 personas las que poseen la misma riqueza que 3600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. Al igual que en Germinal, cuando los socios accionistas decidían reducir aún más los míseros salarios de los mineros, en la actualidad, una de las causas de estas excesivas concentraciones de ganancias sigue siendo la disminución de costos al mínimo, lo que impide el beneficio del crecimiento económico a la sección productora e incrementa la desigualdad.

Las muertes y las lesiones son, también, frecuentes en Germinal. Como es mencionado, la película abre con una muerte tan casual y normal que ningún personaje se espanta; y a lo largo de la trama, vemos más de un accidente a los que están expuestos los mineros, incluyendo la última escena con la inundación de la mina, y la muerte de la Catherine y Chaval.

En el marco del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, no podemos dejar de resaltar el esfuerzo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para “fomentar en los países una mejora en la capacidad para recopilar datos fiables sobre seguridad y salud en el trabajo (SST)”[2] . En ese sentido, 17 objetivos han sido planteados para ayudar a la recopilación de SST que servirán para identificar sectores de riesgo potencial, emergentes y nuevos peligros, y poder desarrollar medidas de prevención y políticas necesarias. Como en el caso anterior, la realidad en Germinal no esta tan alejada de la nuestra, ya que todavía se buscan formas de mejorar las condiciones laborales en distintas partes del mundo.

Trabajos similares a los que sucedían en Germinal existen hoy en día y son parte de la esclavitud moderna. Walk Free Foundation[3] estima que en América hay aproximadamente 2,16 millones de personas en situaciones laborales similares. El Perú se debate el puesto 18 junto a Colombia con cerca de 200 000 personas; y en Estados Unidos de Norteamérica, un aproximado de 57 700 personas se encuentran en el mismo estado, la mayoría inmigrantes e indocumentados, de donde han salido numerosos testimonios. Sarah Maslin[4] escribió un artículo en el 2015 en el que detalla una relación laboral particular en una conocida ciudad: un dólar con cincuenta al día, 66 horas semanales y vigilancia constante más descuentos por infracciones menores, y sin beneficios extras. Testimonio que parece haber sido extraído de escenas de Germinal, pero que se trata del día a día de miles de manicuristas en New York que lidian con la supervivencia y la poca capacidad de ahorro al igual que otros millones que deben soportar abusos y discriminaciones a diario en similares o peores “empleos”.

Concluir este Breaking The Law sin las reflexiones que propicia Germinal es un error. No es solo una película sobre mineros de finales del siglo XIX, sino también un eterno contraste entre los derechos laborales actuales y los casi inexistentes en más de un siglo de diferencia. Germinal es una excelente oportunidad para observar los primeros pasos en la lucha por los derechos de los trabajadores y organizaciones sindicales. Para aquellos que buscan una aproximación a una película que refleje la constante pelea por una repartición más equilibrada de los recursos puede encontrar en este filme algunas reflexiones; y, con ello, tal vez, pensar un poco si en verdad estamos tan alejados de esa realidad tras la pantalla o las ideas del pasado aun no germinan del todo.


[1] Consulta: https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/bp-economy-for-99-percent-160117-es.pdf

[2] Consulta: http://www.ilo.org/safework/events/safeday/lang–es/index.htm

[3] Consulta: http://www.walkfreefoundation.org/

[4] Consulta: https://www.nytimes.com/2015/05/10/nyregion/un-trabajo-tan-duro-como-las-unas.html?_r=0